Ya en nuestro artículo sobre las calderas eléctricas de vapor Pirobloc apuntamos que habíamos lanzado de nuevo este tipo de calderas, cuya característica principal reside en que la fuente energética que usamos para la producción de vapor es la electricidad.
El cuerpo de la caldera, en este caso, es mayor respecto a las dimensiones de la resistencia que alberga, ya que tiene una doble función: la parte inferior y central del mismo, en el que se aloja la resistencia eléctrica, se halla lleno de agua, y la parte superior del depósito se convierte en una cámara que contiene el vapor producido gracias al calentamiento.
Lógicamente, cuanto mayor sea el cuerpo-depósito de la caldera, la cámara podrá albergar mayor cantidad de vapor y/o de mayor calidad: el vapor será más seco cuanto menos contacto directo tenga con la superficie del agua en el interior del cuerpo de la caldera.
En este tipo de calderas, la potencia térmica nos viene dada por la potencia de las resistencias eléctricas empleadas, siendo su rendimiento del 100% de la energía consumida.
En cuanto a la bomba, en este modelo de calderas será de agua, para la alimentación de del cuerpo de la caldera desde la red general de suministro, desde un depósito en el que ya ha sido tratada o descalcificada, y proceder así a la producción de vapor.
Por último y dado que se trata de un aparato de vapor, recordarles que será necesario ubicar dichas calderas expresamente en una habitación situada a una cierta distancia del paso general de personas, aconsejándoles seguir el resto de indicaciones de ubicación y uso a propósito de este tipo de aparatos a presión.
Carles Ferrer es ingeniero industrial por la Universitat de Barcelona. Es el director comercial de Pirobloc y ha participado en el desarrollo de proyectos de fluido térmico en más de 80 países.
Sin duda este tipo de calderas llevan un gran sistema.
saludos